Entre humanos la transmisión de este virus se produce generalmente por vía respiratoria, a través de las gotas de flügge, gotitas respiratorias que las personas producen cuando tosen, estornudan, al hablar o al tocar con las manos superficies contaminadas por el virus y llevarlas a la nariz, la boca o los ojos, introduciendo así el virus en el organismo. Los mecanismos de transmisión entre humanos parecen ser similares a los del virus de la gripe, y por tanto las medidas de prevención son similares. El período de incubación[1] de este virus no se conoce con precisión, aunque actualmente hay consenso de que puede ser de hasta 14 días. Hay alguna evidencia, no confirmada, de que el virus podría transmitirse antes del comienzo de los síntomas si se dan las condiciones para ello.
[1] Se trata de la cantidad de tiempo que transcurre desde el contacto con el virus hasta que aparecen los primeros síntomas.