La leche materna está recomendada internacionalmente como la mejor fuente de nutrición para los lactantes. No obstante, en ocasiones puede ser insuficiente o no estar disponible y, por consiguiente, es posible que sea necesario complementar o reemplazar la leche materna. En estos casos, una de las opciones alimentarias es el uso de preparados en polvo para lactantes.
1.- Cronobacter sakazakii y poblaciones de riesgo
Cronobacter sakazakii es una bacteria de la familia Enterobacteriaceae, patógeno oportunista emergente. Se trata de un microorganismo ubicuo, que por su capacidad para formar biopelículas o biofilms y su resistencia a la desecación, se puede encontrar en el medio ambiente (suelos, aguas, vegetales). Además, tiene capacidad de crecimiento en un amplio rango de temperaturas (6°C – 47°C). Aunque Cronobacter sakazakii es capaz de infectar a cualquier individuo, la población de mayor riesgo son los bebés recién nacidos (<28 días), en particular los prematuros, con bajo peso al nacer o inmunodeprimidos. Puede afectar puntualmente a individuos adultos inmunodeprimidos, pero no causa enfermedad en adultos sanos.
El estómago de los recién nacidos, en particular de los prematuros, es menos ácido que el de los adultos y posiblemente éste sea un factor importante que contribuye a la incidencia de la infección por Cronobacter sakazakii en los lactantes.
2.-Transmisión.
La transmisión se produce fundamentalmente por la ingestión de alimentos contaminados con la bacteria, aunque también es posible la entrada de la bacteria en el organismo a través de heridas o cortes.
3.- Alimentos más frecuentemente asociados con la toxiinfección por Cronobacter sakazakii
Cronobacter sakazakii tiene una alta resistencia térmica y osmotolerancia siendo capaz de sobrevivir durante largos períodos de tiempo en ambientes poco húmedos, como los alimentos deshidratados. Por ello la toxiinfección se asocia fundamentalmente a alimentos secos, como los preparados deshidratados para lactantes, preparados de continuación y alimentos deshidratados para regímenes o usos médicos especiales.
Estos productos deshidratados no son estériles. La esterilización del producto final, manteniendo la calidad de los nutrientes y demás compuestos adicionales, únicamente sería posible mediante irradiación, y en ese caso, las dosis que se necesitarían para inactivar Cronobacter sakazakii en estado seco, producirían un deterioro organoléptico del producto. Por consiguiente, su inocuidad microbiológica actualmente depende, en parte, del cumplimiento riguroso de las buenas prácticas de higiene tanto durante la fabricación como durante el uso.
La contaminación de los preparados deshidratados para lactantes puede producirse a través de ingredientes contaminados que se añaden después del proceso de secado o durante su reconstitución y manipulación.
4.- Sintomatología.
Los síntomas son a menudo graves y pueden incluir desnutrición, irritabilidad, ictericia, convulsiones, hidrocefalia y retraso en el desarrollo.
Además, la infección puede causar daños a nivel del intestino, enterocolitis necrotizante, puede extenderse a través de la sangre y causar septicemia y alcanzar otras partes del cuerpo, como el cerebro, causando meningitis.
5.- Medidas de control
Los operadores de las industrias alimentarias son los responsables de la puesta en el mercado de alimentos seguros, debiendo cumplir con elevados estándares de higiene e implementar sistemas de autocontrol, sin menoscabo de las verificaciones que las autoridades competentes puedan llevar a cabo.
La legislación de la UE establece límites microbiológicos para el control de Cronobacter sakazakii en preparados deshidratados para lactantes y alimentos dietéticos deshidratados destinados a usos médicos especiales para lactantes menores de seis meses. En concreto, fija un criterio de seguridad alimentaria aplicable a productos comercializados durante su vida útil, y otro criterio de higiene del proceso, enfocado a tomar medidas de mejora en la higiene del proceso de producción, para minimizar la contaminación. Además, es obligatorio que en las industrias alimentarias que fabriquen estos alimentos se lleven a cabo controles en las zonas y equipos de producción.
Para la prevención de la toxiinfección, se deben aplicar medidas de control en todas las etapas de la cadena alimentaria, desde la producción primaria hasta el momento en el que los alimentos llegan a los consumidores.
Por parte de las autoridades competentes se llevan a cabo controles oficiales para comprobar que las empresas alimentarias cumplen con todos los requisitos legales. Dichos controles oficiales han de realizarse sobre todos los establecimientos alimentarios, con regularidad, en forma de toma de muestras, inspecciones y auditorías.
España cuenta con un sistema de control de la seguridad alimentaria de calidad. En 2020, las autoridades competentes de las CCAA coordinadas por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, realizaron un total de 487.064 inspecciones y auditorías oficiales a establecimientos alimentarios. Además, en 2020 se realizaron 125.795 controles de la información suministrada al consumidor y 100.764 análisis de alimentos.
El Laboratorio de Salud Pública (Madrid Salud) interviene en el análisis de estos productos deshidratados para lactantes, determinando la presencia/ausencia del Chronobacter sakazakii según la norma ISO 22964, en coordinación con otros departamentos (Servicio de Coordinación Sanidad y consumo, Departamento de Inspección Central y Unidad Técnica de Mercamadrid).
6.- Recomendaciones
Para prevenir la toxiinfección por Cronobacter sakazakii en lactantes se recomienda:
- Fomentar en lo posible la lactancia materna, ya que ayuda a prevenir diferentes tipos de infecciones. Se han notificado muy pocos casos de infecciones por Cronobacterentre lactantes alimentados únicamente con leche materna
- Mantener una correcta higiene en las manos, empleando agua y jabón, especialmente antes de preparar y dar biberones o alimentos al bebé lactante, antes de tocar la boca del bebé o chupetes u otros objetos que entren en contacto con su boca, después de ir al baño o cambiar pañales.
- En caso de alimentar al bebé con preparados para lactantes, utilizar cuando sea posible fórmulas líquidas, especialmente en bebés menores de 3 meses, nacidos prematuros o inmunodeprimidos. Las fórmulas líquidas para bebés se venden ya esterilizadas por el fabricante.
- En caso de utilizar preparados deshidratados, seguir cuidadosamente las instrucciones de las etiquetas, lavar con agua y jabón y desinfectar los artículos de alimentación y guardarlos de forma que se evite su contaminación.
- Reducir el tiempo que media entre la preparación del preparado deshidratado lácteo y su administración. Por lo tanto, se recomienda la preparación y consumo de manera inmediata, para impedir la posible multiplicación del microorganismo.
- – Adecuada limpieza de equipos como escobillas, biberones, tetinas, etc ya que el microorganismo es capaz de producir biofilms en las paredes de vidrio o plástico y tetinas.
UNIDAD DE MICROBIOLOGÍA DEPARTAMENTO LABORATORIO DE SALUD PÚBLICA
Documento actualizado: junio 2024