Con el objetivo de reducir la alta siniestralidad de accidentes tráfico producidos como consecuencia de la conducción bajo los efectos de los medicamentos y las drogas nace “Drogas, adicciones y aptitud para conducir”, un proyecto elaborado por la Universidad de Valladolid y avalado por la Dirección General de Tráfico, el Plan Nacional contra las Drogas y las principales Sociedades Científicas.
Esta iniciativa se ha presentado en el Centro de Atención a las Drogodependencias (CAD) de Latina el día 27 de enero en acto que ha contado con la presencia del Delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Francisco Babín; el Catedrático de Farmacología de la Universidad de Valladolid, F. Javier Álvarez; y la del Gerente de Madrid Salud, Antonio Prieto.
El objetivo del proyecto pasa por concienciar a los profesionales sanitarios y especialmente a aquellos que trabajan con drogodependientes sobre la importancia de informar y sensibilizar a sus pacientes para evitar que estos se pongan al volante tras haber consumido cualquier tipo de droga. Información que también se quiere trasladar al resto de ciudadanos a través de diferentes materiales divulgativos.
A través de un folleto y cuatro trípticos, se pone de relieve como opiáceos, tales como heroína, morfina o codeína producen importantes efectos sobre la conducta y la toma de decisiones limitando la capacidad para una conducción segura, lo que supone un mayor riesgo de implicación en accidentes de tráfico con resultado de muerte. Tras la publicación del tríptico de opiáceos, a lo largo de 2016 se publicarán otros tres materiales con el objetivo de reducir riesgos en la conducción por consumo de alcohol, cocaína y estimulantes y cannabis.
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