El aumento de la edad de la población mundial es evidente, según la OMS en 2030 una de cada seis personas en el mundo tendrá 60 años o más.

El envejecimiento supone una etapa de riesgo para el consumo de sustancias, ya que además del envejecimiento fisiológico que conlleva una reducción gradual de las capacidades físicas y mentales, y un mayor riesgo de enfermedad (OMS, 2022a), hay que añadir el posible deterioro social debido a las pérdidas sufridas que puede suponer una situación de soledad no deseada. Además, es una etapa en la que hay una elevada prescripción de fármacos con potencial adictivo.

Sabemos que las sustancias más consumidas por las personas que envejecen son el alcohol, los hipnosedantes y los analgésicos. Consumo como el de alcohol puede pasar desapercibido y confundirse con el diagnostico de enfermedades que se producen con el envejecimiento como el deterioro cognitivo; o el consumo de hipnosedantes con la tristeza o depresión (EMCDDA, 2021, 2023).

Por otro lado están las personas con adicciones de larga de evolución, donde el consumo continuado de sustancias hace que estas personas envejezcan precozmente, incluso hasta 10 años, con una carga mayor de enfermedades crónicas y de pluripatologías como consecuencias de estos consumos. Por lo que nos encontramos con personas con un envejecimiento precoz y unas necesidades de atención que no corresponden a su edad biológica.

El instituto de Adicciones de Madrid Salud organiza esta  Jornada para ofrecer una visión general del problema de los trastornos adictivos en las personas mayores, presentar las características del envejecimiento en general, y señalar los riesgos específicos que las adicciones tienen en las personas de mayor edad.

Parte 2 (1h. 41 m)

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