Uno de los principales problemas relacionados con los animales de compañía en nuestra sociedad deriva de su reproducción incontrolada, lo que conduce inexorablemente al aumento progresivo del número de animales y las posteriores dificultades para que todos ellos encuentren un hogar adecuado en el que vivir.
En estos momentos, la normativa vigente en nuestro país incide en la responsabilidad de las personas titulares y responsables de ejercer un control estricto sobre la reproducción de los animales que se encuentran a su cargo, adoptando aquellas medidas que sean necesarias, y que en el caso de los gatos mayores de 6 meses se concretan en la obligación de su esterilización quirúrgica.
En esa misma línea, la cría sólo podrá ser llevada a cabo por personas responsables de la actividad de la cría de animales de compañía inscritas como tales en el correspondiente registro.
¿EN QUÉ CONSISTE LA ESTERILIZACIÓN QUIRURGICA DE UN ANIMAL DE COMPAÑÍA?
Se trata de un procedimiento quirúrgico sencillo, diferente en machos y en hembras, por el que se retiran sus órganos reproductores.
En los machos, la orquiectomía consiste en la extirpación de los testículos, con lo que se suprime la formación de espermatozoides y de las hormonas masculinas relacionadas con la reproducción (testosterona).
En las hembras, la ovariohisterectomía consiste en la extirpación de ovarios y útero, eliminando la producción de óvulos y hormonas femeninas, y por tanto la aparición de los ciclos reproductivos.
Ambas intervenciones quirúrgicas se realizan bajo anestesia general, con un riesgo mínimo, en condiciones normales, no precisan hospitalización y la recuperación total del animal se produce en pocos días.
El control de la reproducción también se puede llevar a cabo médicamente mediante la utilización de preparados hormonales, orales o inyectables. Sin embargo, su efecto es sólo temporal, lo que supone tratar a las hembras en cada uno de sus celos. También hay que destacar que su administración está asociada a una serie de efectos secundarios tales como la aparición de piómetra (infección uterina) o tumores mamarios, por lo que no se recomienda su utilización durante largos periodos de tiempo.
En general, la esterilización quirúrgica es el método más eficaz de controlar la reproducción, previniendo las gestaciones y camadas no deseadas así como la cría no controlada de animales, cría que en estos momentos solo puede ser realizada por personas inscritas en el Registro de Criadores de Animales de Compañía. La esterilización puede contribuir a mejorar determinados aspectos de convivencia, evitando determinadas conductas no deseadas que pueden llegar a resultar molestas o problemáticas.
En cuanto a los efectos positivos que en la salud del animal son los siguientes:
En las hembras:
- Evita las complicaciones de salud que se pueden producir durante la gestación, parto y postparto.
- Evita la pseudogestación, o embarazo psicológico.
- Disminuye la incidencia de tumores mamarios. Si se realiza una ovariohisterectomía (extirpación de ovarios y útero) a edad temprana, incluso antes del primer celo, se elimina casi por completo el riesgo de padecer tumores mamarios en perras y gatas.
- Evita las frecuentes patologías que afectan al aparato reproductor de las hembras: piómetras, quistes ováricos, torsión uterina, prolapso de útero, tumores, etc.
- Evita el celo y los problemas asociados al mismo.
- Reduce la tendencia a escapar de casa cuando entran en celo.
En los machos:
- Evita patologías como los tumores testiculares o la torsión testicular y reduce el riesgo de padecer afecciones de próstata. Estas afecciones son muy frecuentes en perros machos sin castrar mayores de 5 años.
- Disminuye la incidencia de determinados tipos de conductas agresivas.
- Evita el marcaje con orina, especialmente en los gatos.
- Evita la tendencia a escapar de casa tras una hembra en celo.
MITOS DE LA ESTERILIZACIÓN
En torno a la esterilización quirúrgica de los animales de compañía circulan un buen número de mitos que redundan en la persistencia de ciertos recelos de una parte de las personas titulares o responsables de los animales ante esta intervención:
- Mito 1: Esterilizar priva a los animales de su vida sexual.
Realidad: Hasta donde se sabe, los perros y gatos no se sienten tristes al no poder reproducirse. La hembra solo acepta al macho cuando está en celo, es decir, cuando su cuerpo presenta una exigencia hormonal y tiene posibilidades quedar gestante. Fuera de esta situación puede rechazar al macho de forma muy agresiva, lo que evidencia que para ella no existe una situación de placer relacionada con el sexo, sino una situación de necesidad hormonal. De igual forma el macho sólo busca hembras cuando recibe una información química de que hay una hembra en celo en las proximidades.
- Mito 2: Las hembras deben tener al menos una camada.
Realidad: Esta afirmación no es cierta. No hay ninguna constancia científica que indique que es necesaria una gestación con carácter previo a la esterilización quirúrgica de una hembra.
- Mito 3: Afecta a su personalidad.
Realidad: La castración puede calmar a un animal excitado, reducir la agresividad y otras conductas relacionadas con el sexo, pero no influye en la verdadera personalidad del animal.
- Mito 4: Los animales castrados tienden a ganar peso con facilidad.
Realidad: Después de la castración la actividad metabólica puede verse ligeramente disminuida, sin embargo, tiene mayor influencia sobre el animal una vida sedentaria y una alimentación inadecuada. Prestando atención a estos dos factores se puede controlar el peso con facilidad.
Esterilizar a tu animal de compañía es la decisión más responsable que puedes tomar ya que beneficias su salud y al mismo tiempo das un paso responsable hacia la protección de los animales evitando la sobrepoblación y su sufrimiento.
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