La primera fase de las obras en tres centros de infantil y primaria se realizará en julio y agosto
- Se eliminarán barreras arquitectónicas, se incorporará vegetación para adaptarse al cambio climático, se delimitarán zonas para favorecer distintos tipos de juego y se incluirán áreas de convivencia intergeneracional
- Javier Barbero: “Los espacios públicos de la red educativa representan un modelo obsoleto que no responde a las necesidades pedagógicas de hoy”
- Los tres colegios seleccionados, que servirán para valorar el impacto del proyecto, son los de Valle Inclán, en San Blas, Juan Sebastián Elcano, en Usera, y Vázquez Díaz, en Moncloa-Aravaca
- Ha sido consensuado por la comunidad escolar: alumnado, profesorado, AMPAS, asociaciones y entidades de los barrios
- Las obras tienen un presupuesto total de 942.000 euros
Cuando niños y niñas regresen tras las vacaciones de verano a los colegios públicos Valle Inclán, en San Blas-Canillejas, Juan Sebastián Elcano, en Usera, y Vázquez Díaz, en Moncloa-Aravaca, no van a reconocer el patio de su recreo. Las obras que el Ayuntamiento de Madrid va a iniciar en ellos los próximos meses de julio y agosto serán de calado y transformarán unos espacios clave para el alumnado, pero obsoletos desde hace años, en lugares coeducativos, de salud y bienestar, de socialización y fomento de la convivencia, al tiempo que contribuirán a regenerar el barrio.
Este proyecto, denominado “Cuidado en los entornos escolares”, es uno de los nueve incluidos en el Plan “Madrid, ciudad de los cuidados” y cuenta con un presupuesto total cercano al millón de euros (942.000 €).
En la jornada celebrada hoy en CentroCentro sobre esta intervención, y en la que se ha presentado también la “Guía de diseño y transformaciones previstas”, el delegado de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, ha explicado que los trabajos de transformación responden a una serie de criterios comunes:
- Accesibilidad: eliminar las barreras arquitectónicas, y facilitar la permanencia de niños y niñas en el entorno escolar, creando áreas estanciales y de encuentro, con bancos, mesas, confort térmico, acceso al agua y baños.
- Sostenibilidad: incorporar vegetación (árboles, arbolado, arbustos de gran porte y enredaderas) como estrategia de mejora de la calidad del aire y de adaptación al cambio climático
- Heterogeneidad: delimitar zonas para juegos de distintas intensidad y que permitan también distintas actividades: aeróbicas, anaeróbicas, imaginativas…
- Seguridad: utilizar materiales blandos y naturales (arena, tierra, caucho…) en la configuración del patio
- Confortabilidad: diseñar áreas estanciales y zonas de sombra
- Creatividad: en los casos que sea posible, reservar muros para arte urbano
- Convivencia intergeneracional: configurar el espacio de manera que permita la mezcla intergeneracional pero sin que interfieran una actividades con otras.
Estudio previo y participación
Fue el estudio realizado hace un año por el Área de Desarrollo Urbano Sostenible en los 240 centros de educación infantil y primaria (CEIP) de la ciudad de Madrid el que constató la necesidad de intervenir en los espacios y entornos escolares.
“Los espacios públicos de la red educativa de Madrid representan un modelo obsoleto que no responde a las necesidades pedagógicas de hoy”, afirma Barbero. “Son espacios simplificados y homogéneos, carentes de sombra, vegetación y áreas de socialización y juego libre”.
Como en el resto de los proyectos de “Madrid, ciudad de los cuidados”, el de “Cuidado en los entornos escolares” también se sometió a un proceso participativo –entre los meses de septiembre y diciembre de 2017– y ha sido consensuado por la comunidad escolar (alumnado, profesorado, AMPAS, asociaciones y entidades de los barrios). Para el delegado, “el consenso contribuye a reforzar el sentimiento de pertenencia a la comunidad y fomentar comportamientos de cuidado hacia un espacio que se siente como propio”.
Educar en las relaciones de género
El cimiento de esta intervención municipal es el enorme protagonismo que los patios de recreo juegan en las vidas de niños y niñas, y, por tanto, en las numerosas posibilidades que ofrecen si se configuran adecuadamente. Entre los distintos usos que de estos espacios pueden hacerse, Javier Barbero, subrayó el potencial educativo “para transformar desde la infancia las relaciones de género y que no se perpetúen los prejuicios y las desigualdades que persisten en nuestra sociedad”.
La clausura de la jornada ha corrido a cargo Antonio Prieto, gerente de Madrid Salud, el organismo autónomo que dirige y coordina el proyecto./