Entrevista a Javier Moreno, psicólogo clínico y responsable técnico del Programa de Prevención y Control del Consumo de Tabaco de Madrid Salud

“En la vida hacemos cosas mucho más difíciles que dejar de fumar”

Más de 30.000 madrileños y madrileñas han dejado de fumar con el Programa de Prevención y Control del Consumo de Tabaco de Madrid Salud desde que se puso en marcha hace 25 años. Detrás de este logro se encuentra un equipo multidisciplinar de profesionales de la psicología, la medicina y la enfermería que ayuda a la ciudadanía a plantar cara al tabaquismo gracias a un alto nivel de formación y experiencia y a un método pionero que va más allá de la deshabituación. Se lo contamos con detalle en esta entrevista a Javier Moreno (Tolosa, Guipúzcoa, 1962), psicólogo clínico y responsable técnico de este programa, que es público y gratuito.

Unidad de Comunicación Externa. Dirección: Dionisio Aranda. Texto: Alejandra Acosta. Diseño Web: Juan Ramón Fernández Duque y Carlos Sánchez Núñez

Pregunta: Hola Javier. ¿Usted fuma o ha fumado?

Javier Moreno: No, nunca, a pesar de que soy de una generación, la nacida en los años sesenta, en la que todo invitaba a empezar a fumar desde la adolescencia. La mayoría de mis amigos lo hizo, pero yo no, no sé muy bien por qué.

P: Qué suerte. Tiene usted una gran experiencia en el tratamiento de las adicciones. ¿No ha sido usted adicto a nada?

JM: Jajaja… Es una pregunta muy interesante. Lo que normalmente se entiende por adicción, es decir, un comportamiento que limita tu vida, no, pero, aunque no he pasado por esa experiencia personal, por mi profesión y mi trayectoria creo que conozco los mecanismos de las adicciones. Llevo muchos años trabajando en ello.

P: ¿El tabaquismo es una enfermedad?

JM: No, y en esto discrepo de muchos colegas. En mi opinión, una adicción es un fenómeno explicable según las leyes del comportamiento humano, que son las que son, y son distintas a las de las enfermedades. Por supuesto, negar que sea una enfermedad no significa quitarle importancia, ni mucho menos, ni tampoco implica que sea algo sencillo de cambiar. Tampoco significa que sea algo absurdo o un capricho, o algo que se pueda resolver simplemente con un acto de voluntad.  De hecho, modificar un hábito tan arraigado como es el de fumar puede ser más complejo que tratar una enfermedad.

“Si has sido adicto al tabaco nunca

podrás controlar su consumo”

 P: ¿Todo el mundo puede dejar de fumar?

JM: Absolutamente, sí. Todo el mundo puede dejar de fumar, tenga la edad que tenga y lleve los años que lleve haciéndolo.

P: ¿Hay momentos mejores que otros para tomar la decisión de dejarlo?

JM: Sí, pero cuidado. Si caemos en la trampa del discurso de que no es el momento adecuado, podemos acabar retrasando sine die la decisión. Es cierto que puede haber malos momentos, pero a menudo esto es más una justificación para aplazar la decisión que un obstáculo de peso.

P.- Hay exfumadores que aseguran que les costó mucho menos dejar de fumar de lo que creían a priori.

JM: Eso me recuerda a la famosa frase de Mark Twain, quien dijo que “Dejar de fumar es fácil. Yo lo he hecho cientos de veces”. Ahí está el quiz de la cuestión. Dejar de fumar significa dejar de fumar del todo y para siempre, con independencia de que te cueste mucho o poco dejarlo. Este es el objetivo de nuestro programa. ¿Por qué? Porque si eres adicto al tabaco nunca podrás controlar su consumo. Por muchos años que lleves sin fumar, nunca podrás ser un fumador ocasional. No podrás hacer excepciones porque recaerás. Ni bodas, ni bautizos, ni que te toque la lotería… No hay alternativa a no fumar.

P: Perdone que insista, ¿es difícil dejar de fumar?

JM: No es sencillo. Decir lo contrario sería, además, insultante para tantos fumadores que lo han intentado una y otra vez y no lo han conseguido. Y, además, esta dificultad no es difícil de entender. En una ocasión, un paciente me dijo que dejar de fumar es como aprender a vivir de otra manera, y me pareció una comparación muy acertada. Se trata de un hábito tan arraigado, que se practica cientos de veces al día -cada calada es una dosis-, y que cumple funciones tan importantes en la vida del fumador que no es sencillo dejarlo. Ahora bien, también es cierto que en la vida hacemos cosas mucho más difíciles que dejar de fumar.

“La motivación es clave, el factor

más importante de todos”

 P: ¿Hay elementos claves en el proceso de dejarlo?

JM: La motivación, entendida como una disposición firme y basada en expectativas correctas, es una de las claves. Yo diría, incluso, que es el factor más importante de todos para modificar un hábito que el fumador o la fumadora practica varias veces al día durante años e incluso décadas. Una persona que se fume un paquete al día se está metiendo 200 dosis de nicotina diarias. No hay ninguna otra droga que se acerque, ni de lejos, a esta frecuencia de administración. La buena noticia es que una motivación clara y muy concreta suele ir acompañada de una decisión firme y generalmente exitosa de dejar de fumar. El mejor ejemplo es el del embarazo y la lactancia. En esa situación, la mayoría de las mujeres deja de fumar. ¿Por qué? Porque es una motivación clara e inmediata. A veces la vida nos pone delante esas motivaciones, pero otras veces no, al menos de una manera tan rotunda. Por eso en nuestro programa trabajamos la motivación, sobre todo al principio. En la primera sesión con los grupos pedimos a cada participante que identifique y manifieste algunas de sus motivaciones, las ventajas y beneficios de abandonar el tabaquismo y lo que espera conseguir.

P: ¿Qué aporta el programa de Madrid Salud que lo diferencia de otros?

JM: Primero, que no somos un programa asistencial, sino de promoción de hábitos saludables que incluye la prevención y el tratamiento de la dependencia del tabaco. Esto significa que no nos quedamos en nuestros Centros Municipales de Salud Comunitaria esperando a que venga la gente a dejar de fumar, también salimos a buscar al fumador para promover que abandone el tabaco y a buscar sobre todo a los adolescentes para prevenir el inicio del consumo. Éste es un elemento diferenciador muy importante. Para ello, contamos con el apoyo del programa de Promoción de la Salud en Ámbito Educativo de Madrid Salud, que está presente en colegios e institutos, y también hacemos talleres en los centros de trabajo.

“La decisión de salud más trascendente en

la vida es no empezar a fumar”

P: ¿Incluye tratamiento farmacológico?

JM: Utilizamos un método multicomponente, es decir, una combinación de tratamiento psicológico y farmacológico, que es lo que recomiendan todas las guías clínicas. El servicio de deshabituación tabáquica de Madrid Salud está integrado por profesionales de la psicología, de la medicina y de la enfermería, y en este sentido hemos sido pioneros. Otra característica destacable es que es un programa estructurado, protocolizado, público y gratuito. Insisto en lo de público porque eso significa que es evaluable, lo que es una garantía de calidad.

P: ¿El tratamiento psicológico se realiza en grupo o es individualizado?

JM: Nosotros priorizamos el formato en grupo por dos razones: porque nos permite acceder a más gente y porque es un recurso muy eficaz que la persona que inicia el proceso de dejar de fumar se sienta arropada y apoyada por otras que están en su misma circunstancia. Pero no excluimos el tratamiento individual en función del perfil y la disponibilidad del usuario.

P: ¿Cuánto dura el tratamiento?

JM: El programa se compone de 8 sesiones a lo largo de dos meses. Pero es flexible. Nos podemos adaptar a las circunstancias de las personas que quieren dejar de fumar.

P: ¿Qué hay que hacer para inscribirse en el programa?

JM: El acceso es muy fácil: basta con una llamada telefónica para pedir cita en cualquiera de los 16 Centros Municipales de Salud Comunitaria (CMSc) o en el Centro Joven. En todos se realiza el programa.

“Utilizamos una combinación de tratamiento

psicológico y farmacológico”

P: ¿Qué opina de las terapias alternativas que prometen dejar el tabaco sin esfuerzo?

JM: No hay evidencia científica alguna de que funcionen. La gente acude a ellas porque conectan con una fantasía muy humana como es la de creer que se puede resolver un problema complejo sin esfuerzo. La realidad es que no hay varitas mágicas que quiten las ganas de fumar. Como institución pública, tenemos el deber de utilizar solo procedimientos avalados por la ciencia.

P: ¿Y qué me dice de los vapeadores, tan de moda en estos tiempos? ¿Son menos dañinos?

JM: Hay un documento de consenso publicado recientemente por el Comité de Prevención del Tabaquismo que no deja lugar a dudas. Los vapeadores contienen sustancias nocivas tóxicas, por tanto, no son inocuos, ni muchísimo menos. Tampoco funcionan como procedimiento para dejar de fumar. La mayoría de las personas que vapean simultanea el tabaco con el vapeo. Y tampoco sirve para reducir el daño. Lo más preocupante de los vapeadores es la promoción que se hace de su uso entre los adolescentes. Se les ofrece como una forma nueva y atractiva de fumar. Es una industria muy dinámica y continuamente salen productos nuevos para atraer a los más jóvenes. El consumo de cigarrillos electrónicos entre los adolescentes ha crecido mucho. El riesgo añadido es que es una vía de entrada clarísima al consumo de tabaco. Desde Madrid Salud insistimos mucho en los peligros del vapeo.

“Desde Madrid Salud insistimos mucho

En los peligros del vapeo”

 P.- Vamos a recordar, si le parece, los beneficios de dejar de fumar.

JM: Los beneficios son inmediatos. Además de reducir el riesgo de cáncer y de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, que es, sin duda, el beneficio principal como todos sabemos, dejar de fumar te abre la puerta a hacer actividades que antes no podías hacer o que te costaban más, como las actividades deportivas, ya que se recupera notablemente la capacidad pulmonar. Te sientes menos cansado en el día a día y te liberas de una dependencia que limita enormemente la vida en todos los sentidos. Por tanto, eres más libre y aumenta la autoestima por la satisfacción personal que se siente al superar la adicción. Y está también el ahorro económico. Hay quien ahorra lo que se gastaba en cigarrillos y lo invierte en viajes u otras aficiones. Todo son ventajas.

P.- Yo he notado en la gente que deja de fumar que está mucho más guapa.

JM: Desde luego. Cuando fumas, la piel está peor hidratada, más reseca y acartonada, las arrugas se acentúan, sobre todo las del contorno de la boca, la tez tiene un color cetrino… Y no nos olvidemos del olor, tan importante en las relaciones humanas. El olor del tabaco no sólo impregna el aliento, también la ropa, la casa… Una recomendación que hacemos en el programa a los participantes es, por ejemplo, que laven las cortinas si fumaban en casa.

P: Para terminar, ¿qué mensaje contundente le quiere enviar a los adolescentes y jóvenes que aún no han empezado a fumar?

JM: Que la decisión sobre la salud más trascendente en la vida de una persona es no empezar a fumar. Y si ya han empezado, que lo dejen cuanto antes.

Enlace de interés

https://madridsalud.es/prevencion-control-consumo-tabaco/