La imagen de la plaza de la diosa Cibeles abarrotada de mujeres ha traspasado fronteras para convertirse en el símbolo de una movilización sin precedentes a nivel mundial por la igualdad de género en todos los ámbitos de la vida. El 8 de marzo de 2018 ha entrado en la Historia por la puerta grande.
El Organismo Autónomo Madrid Salud, quiere aprovechar esta trascendental sensibilización social, para llamar la atención sobre la situación especialmente preocupante de la salud de millones de mujeres y niñas en todo el mundo provocada por las desigualdades en las relaciones de poder respecto a los hombres; por las normas sociales que reducen las posibilidades de recibir educación y encontrar oportunidades de empleo; por la atención exclusiva a las funciones reproductoras de la mujer, y por el padecimiento potencial o real de violencia física, sexual y emocional, entre otros factores.
Madrid Salud se une a la defensa de los derechos humanos de las mujeres y de las niñas, entre lo que se incluyen los sexuales y reproductivos, imprescindibles para el bienestar y equilibrio de todas las personas, tanto físico como emocional. Así, las mujeres tienen derecho a tomar sus propias decisiones sobre sexualidad, embarazo y maternidad, tal y como se concluyó en la Conferencia de El Cairo de Naciones Unidas, en 1994.
La protección de los derechos sexuales y reproductivos incluye:
- Garantizar la información independiente y el libre acceso a los métodos anticonceptivos.
- Asistencia médica gratuita y de calidad antes, durante y tras el embarazo, el parto o el aborto.
- Respetar la libertad de las personas y/o parejas para planificar y tomar decisiones seguras y libres sobre su vida reproductiva.
- Proteger a las mujeres que desean ser madres y poner a su disposición todos los medios sanitarios y avances médicos disponibles para ello.
- Fomentar una sexualidad libre, satisfactoria y sin riesgos, así como el respeto a la diversidad sexual.
- Garantizar la libertad para tomar decisiones acerca de la sexualidad y elección (o no) de pareja sin condicionamientos familiares morales, económicos, religiosos o sociales.
Prevenir y adoptar medidas sociales y legales contra el acoso y la violencia sexual.