La existencia de un programa marco de Prevención y Control del Consumo de Tabaco dentro de la estrategia ‘Madrid, una ciudad saludable’ se justifica por distintos motivos:
Por el impacto socio-sanitario producido por el consumo de tabaco, primera causa aislada y evitable de enfermedad y muerte en nuestro país.
Por un criterio de equidad, que implica la necesidad de priorizar estrategias que faciliten el acceso a los servicios de salud.
Por la existencia de recomendaciones en este sentido por parte de los organismos internacionales competentes, que sitúan los programas de reducción del consumo de tabaco como prioridad de salud pública.
Por la evidencia de coste-efectividad de las intervenciones terapéuticas para dejar de fumar.
Por la disponibilidad de recursos idóneos para que el programa sea acometido (centros de salud municipales donde se ejecuta, recursos humanos adecuados en cantidad y calidad, evidencia de efectividad disponible…).