La comunicación es la base de toda relación humana. Aprendemos a comunicarnos desde los primeros momentos de vida, y es en la familia donde adquirimos los primeros aprendizajes sobre cómo expresar lo que sentimos, pensamos y necesitamos.
Sin embargo, hablar no siempre significa comunicarse bien. Muchas veces decimos algo con palabras, pero nuestros gestos y tono expresan lo contrario. A veces, no sabemos escuchar, no encontramos el momento adecuado para dialogar o nos expresamos desde la queja y el juicio, sin espacio para la
comprensión.
Este módulo nos ayuda a comprender cómo mejorar la comunicación en casa, especialmente durante la adolescencia, una etapa en la que saber hablar, escuchar y entenderse es fundamental para cuidar el vínculo familiar.

