Una droga es toda sustancia que, al introducirse en el organismo, altera el funcionamiento del sistema nervioso central, afectando la percepción, el estado de ánimo, el pensamiento y la conducta.
Aunque muchas de ellas tienen usos terapéuticos o tradicionales, su consumo fuera de contextos médicos puede entrañar riesgos importantes.
Las drogas se clasifican en diferentes tipos según sus efectos en el sistema nervioso central:
→ Depresoras: alcohol, benzodiacepinas, opiáceos.
→ Estimulantes: cocaína, anfetaminas, MDMA (éxtasis).
→ Perturbadoras: cannabis, LSD, ketamina, entre otras.
El alcohol y el cannabis, por ejemplo, se consumen desde la antigüedad. Sin embargo, en las sociedades actuales, estas sustancias han pasado a formar parte de los contextos de ocio, desvinculándose de sus usos tradicionales o rituales. Esto ha dado lugar a un consumo más extendido, banalizado, normalizado y con escasa percepción del riesgo, especialmente entre adolescentes y jóvenes.

