La Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables fue impulsada por la Organización mundial de la Salud (OMS) para dar respuesta a dos grandes tendencias demográficas mundiales, el envejecimiento de la población y la creciente concentración urbana; y la adhesión a la misma refleja el compromiso de las ciudades de escuchar y trabajar, en colaboración con las personas mayores, para crear entornos físicos y sociales amigables. Madrid comenzó su andadura con la solicitud de adhesión a la Red en 2013, que se formalizó en 2014, y tras los trabajos previos de diagnóstico se aprobó el primer plan de acción para el periodo 2017-2019. Concluido y evaluados sus progresos, el Pleno del Ayuntamiento de Madrid acordó en febrero de 2020, dar continuidad al proyecto de la mano de este nuevo “Plan Madrid Amigable con las Personas Mayores 2021-2023”, que está plenamente integrado en la estrategia municipal y refleja nuestro compromiso para lograr una ciudad abierta e inclusiva que favorezca el desarrollo personal en plenitud de derechos a cualquier edad.
Tiene su punto de partida en el Acuerdo de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid 2019- 2023, donde encontramos acciones de gran calado como la reformulación de los servicios sociales, la creación de la Dirección General de Accesibilidad, el abordaje de la soledad y el aislamiento social de las personas mayores, el apoyo a las familias cuidadoras y la conservación o el mantenimiento del entorno y los nuevos equipamientos. Asimismo, se hace eco de los Acuerdos de la Villa, aprobados por unanimidad el 7 de julio de 2020.
La evaluación del plan anterior sintetiza los avances más destacados en cuanto a amigabilidad e identifica las necesidades y prioridades como nuevo punto de partida para seguir avanzando, a sabiendas de la capacidad transformadora del plan dotando de un enfoque integral a la ciudad, entre otros aspectos para prevenir la vulnerabilidad debida a desigualdades económicas y situaciones de aislamiento social
(detección e intervención ante el problema de la soledad no deseada).
La comisión técnica extendida también señala las líneas de futuro que —a juicio de este órgano— deben orientar tanto este Plan como el conjunto de las políticas relacionadas con el envejecimiento.
Entre ellas, la soledad, tanto en relación con la experiencia subjetiva como a las redes de apoyo y el entorno social.