1 de cada 3 personas mayores sufrimos una caída a lo largo del año.
Una sola caída puede tener consecuencias graves como hemorragias y fracturas o provocar miedo a volver a caerse, limitando nuestra actividad y, por tanto, la independencia.
Puede ocurrir en la calle siendo también frecuente en el domicilio, durante la realización de las tareas de la vida cotidiana.
Las causas pueden ser diversas: tropiezos con objetos, distracciones, descuidos, calzado inadecuado, mareos, etc.
¿Podemos hacer algo para evitar una caída? Sí, las caídas no deben ser asumidas como algo “normal”, pueden PREVENIRSE.