Además de proporcionar una alimentación completa y equilibrada, los centros escolares deben extremar las medidas para garantizar la inocuidad y seguridad de las comidas que suministran, con el fin de prevenir las toxiinfecciones alimentarias que, en estos casos, y especialmente en los alumnos de corta edad, pueden llegar a ser graves.
→ Todas las empresas del sector alimentario, entre las que se encuentran los centros escolares con servicio de comedor, deberán diseñar, implantar, comprobar su eficacia, mantener y actualizar su sistema de autocontrol, a fin de garantizar la salubridad y seguridad de los alimentos. En el supuesto de que el centro escolar no elabore las comidas, sino que éstas sean suministradas por una empresa externa, antes de contratar este servicio se deberá comprobar que esté autorizado y que también tenga implantado el sistema de autocontrol.
→ El personal dedicado a la elaboración y manipulación de alimentos deberá tener la formación adecuada en materia de higiene alimentaria. La responsabilidad de formación recae sobre las propias empresas, que garantizarán que los manipuladores de alimentos dispongan de esa formación de acuerdo con su actividad laboral, mediante programas de formación.