Esta guía contiene información sobre las recomendaciones en la elaboración, el código identificativo y el etiquetado de los huevos frescos.
El huevo por las características intrínsecas que tiene es un alimento muy sensible a la contaminación y proliferación microbianas. Aunque el interior del huevo está protegido por la cáscara y la cutícula, si eliminamos o dañamos estas barreras naturales facilitamos la entrada de microorganismos, aumentando el riesgo de contaminación. La mayoría de las intoxicaciones alimentarias producidas por los huevos podrían evitarse si se respetasen unas sencillas prácticas de higiene.